La flotación y nuestro cerebro

La flotación es un método de relajación y auto-conocimiento que emplea los principios de la Terapia de Estimulación Ambiental Reducida (REST, por sus siglas en inglés). Diferentes investigaciones han concluido que cuando los estímulos externos se reducen, es posible alcanzar estados de relajación profunda y una mejor capacidad de concentración. La combinación de silencio absoluto, oscuridad total y el ambiente cálido proporciona el entorno ideal para relajarse y dejar de lado las preocupaciones de la vida cotidiana, sintiendo el placer de la serenidad. En el entorno privado de la flotación, la mente se deja ir para explorar, para liberar los propios pensamientos sin ninguna distracción, para crear. La tranquilidad hace que, poco a poco, el cuerpo y la mente se recuperen del estrés. Al salir del habitáculo de flotación uno se siente renovado, profundamente relajado y fresco. La flotación puede ser una de las experiencias más placenteras y enriquecedoras de la vida porque es tiempo dedicado a uno mismo, a descubrir niveles más profundos de nuestro ser, a funcionar con más efectividad en nuestro mundo.

 

Las ondas cerebrales en la flotación

Recientemente se ha generado un gran interés en torno a la flotación. Cada vez más universidades y centros de investigación adquieren habitáculos de flotación, ya que en meses recientes se han intensificado las investigaciones acerca de la flotación como herramienta importante en campos de estudio tales como la bioquímica, el electro-magnetismo, las ondas cerebrales, el mecanismo del sueño, los cambios en el comportamiento humano, la psicología, la sugestionabilidad, etc. Actualmente se sabe que la actividad del cerebro humano genera patrones de energía eléctrica y que las señales del cerebro pueden ser registradas por medio de un electroencefalograma (EEG). Estas señales (u ondas) cerebrales suelen formar ciertos patrones que los científicos han clasificado en cuatro grupos:

 

a) Beta: Las ondas beta tienen una frecuencia de entre 13 y 30 Hz (ciclos por segundo). Cuando el cerebro genera mayoritariamente este tipo de ondas, se encuentra en lo que se conoce como “ritmo despierto”. El cerebro se enfoca en el mundo exterior o en los problemas concretos y específicos.

 

b) Alfa: Cuando el cerebro se relaja, sus ondas comienzan a volverse más lentas, siguiendo un ritmo más coherente y uniforme, con una frecuencia de entre 8 y 12 Hz. Estas ondas suelen presentarse cuando el cerebro se encuentra en un estado de alerta pero sin enfocarse en aspectos específicos. Es una especie de “alerta relajada”. Muchas personas pueden generar ondas alfa al cerrar los ojos o al encontrarse en un lugar tranquilo y en un estado contemplativo. Estas ondas se asocian con la relajación y la calma.

 

c) Theta: Al pasar de la calma a la somnolencia, el cerebro emite ondas más lentas y sumamente rítmicas, con una frecuencia que oscila entre los 4 y los 7 Hz. Todas las personas generan ondas theta por lo menos dos veces al día. Son aquellos instantes en los que vagamos entre la somnolencia consciente y el sueño profundo, y nuevamente cuando salimos del estado del sueño y despertamos. El estado theta suele estar acompañado de imágenes mentales oníricas, impredecibles y sorpresivas, conocidas como imágenes hipnagógicas. Estas imágenes sorprendentemente reales suelen dejar profundos recuerdos, particularmente en la infancia. El estado theta ofrece acceso a material inconsciente como la introspección, la asociación libre, la inspiración creativa, etc. Es un estado misterioso y elusivo, potencialmente productivo y satisfactorio, pero difícil de mantener: las personas suelen quedarse dormidas en cuanto comienzan a generar grandes cantidades de ondas theta. Debido a esto, los investigadores han tenido problemas para estudiarlo.

 

d) Delta: Las ondas delta son generadas cuando las personas se encuentran profundamente dormidas o inconscientes. Poseen una frecuencia sumamente lenta, de entre 0.5 y 4 Hz.

 

La concentración y la flotación.

En la década de los años sesenta, los investigadores descubrieron que el estrés es un problema que afecta a la mayoría de las personas, siendo la relajación el antídoto más aceptado es la relajación, misma que viene acompañada de las ondas alfa. Se descubrió que con la utilización de ciertos aparatos los humanos podrían aprender a generar dichas funciones a voluntad, por lo cual se dedujo que al generar ondas alfa voluntariamente se combate directamente el estrés. También se descubrió que, por un lado, el cerebro reduce su capacidad de concentración entre 60 y 90% al encontrarse en estados de estrés agudo y, por el otro, aumenta su capacidad y rendimiento al relajarse. Por esta razón, la relajación es una herramienta muy útil para quienes requieren de un estado de alerta relajada y de concentración máxima, como los estudiantes y las personas de negocios. Se ha comprobado que quienes flotan regularmente incrementan su capacidad de estudio y aprendizaje, pues en un estado de claridad mental el cerebro se encuentra mucho más abierto para recibir y procesar la información.

 

La creatividad y la flotación.

La flotación es sumamente importante para la creatividad, ya que la reducción de estímulos externos y, en general, el ambiente de relajación y serenidad que produce, favorecen la generación de ondas alfa y theta en el cerebro. La creatividad es una herramienta básica para quienes se dedican al estudio y a los negocios. Se ha comprobado que las personas que obtienen mejores resultados en las universidades y escuelas son aquellas que tienen la capacidad de innovar y que poseen imaginación. Numerosas experiencias y momentos de iluminación creativa, introspección o revelación han ocurrido en circunstancias en las que la estimulación ambiental ha sido reducida de una u otra manera. Sabemos de historias de artistas y científicos que han recibido intuiciones creativas súbitas al estar observando el fuego en un lugar tranquilo, o encerrados en sus estudios. De hecho, la concentración alcanzada por medio de la restricción de la estimulación ambiental es un elemento esencial en el proceso creativo. Esto se debe a que es posible establecer un contacto más estrecho con nosotros mismos cuando los estímulos externos se reducen.

 

Las ondas cerebrales theta relacionadas con la creatividad.

Un importante número de investigadores ha notado que muchos de los grandes descubrimientos en la historia han sido realizados a través de las imágenes hipnagógicas en el estado theta. Existen diversos recuentos de tales momentos de inspiración y creatividad que ocurren cuando la persona se encuentra somnolienta, o mirando al cielo sin punto fijo. Prácticamente todas estas personas describen la relajación física y las imágenes mentales nítidas que aparecen de improviso en el estado theta. El habitáculo de flotación no nos convertirá automáticamente en genios pero su aptitud para situarnos en el estado theta indica que es una herramienta muy importante para promover la creatividad.

 

Visualización y creatividad.

En los últimos años se ha descubierto que aproximadamente 15% de las personas son “visualizadoras”, es decir, que constantemente experimentan imágenes mentales. Otro 15% es “verbal”, es decir, que operan en la mayor parte -aunque no por completo- en un mundo de palabras y pensamientos, ideas y estructuras verbales. El 70% restante yace en un espectro entre estos dos tipos. El profesor Thomas Taylor de la Universidad de Texas llevó a cabo estudios fascinantes sobre los efectos de la flotación en los procesos creativos y de pensamiento. Examinó grupos de prueba para descubrir quiénes eran “visualizadores” y quiénes “verbales”, y concluyó que “cuando el mismo sistema de aprendizaje es analizado entre personas que son fundamentalmente visualizadoras, comparándose con quienes son verbales (o conceptualizadores), el aprendizaje se realiza más profundamente en los visualizadores”. Taylor observó que el grupo que recibía terapia de flotación visualizaba mucho más que el grupo que no lo hacía, y que producía ondas theta en cantidades significativamente mayores, lo cual se sabe está estrechamente relacionado con las imágenes mentales.

 
El habitáculo de flotación es un entorno óptimo para la visualización, ya que la relajación que produce es tan profunda que el cerebro comienza rápidamente a generar grandes cantidades de ondas rítmicas y suaves, como las ondas alfa y theta. Todos los métodos de visualización utilizados a través de la historia -como las meditaciones de los monjes Zen o los rituales de los shamanes- han enfatizado que un estado de profunda relajación es esencial para lograr una visualización poderosa. Dentro del habitáculo de flotación, la relajación y la visualización suceden espontáneamente y sin esfuerzo.

 
La flotación es una gran herramienta para mejorar la creatividad, muy importante para artistas, estudiantes y personas de negocios. La relajación juega un papel primordial en el proceso ya que permite que nuestro sistema se encuentre tranquilo y podamos escuchar a nuestra propia mente. Al flotar, uno es capaz de ver su vida desde otra perspectiva – desde “fuera”, por así decirlo. De esta manera, las respuestas se vuelven más claras. Al eliminar la mayoría de las distracciones externas, incluyendo la luz y el sonido, uno se permite el acceso a sus lugares más íntimos y cada vez más profundos, en un entorno como ningún otro en el planeta.